lunes, 20 de febrero de 2023

La ciencia del volumen

 


 
La ciencia del volumen es, contra todo pronóstico, el principio fundamental que rige el desarrollo estructural de los seres pluricelulares, es, cuando menos, el armazón estructural en el cual se desarrollan las relaciones bioquímicas más fundamentales y también el que dirige la batuta del desarrollo embrionario. Frente a la bioquímica, que establece relaciones a otro nivel y es protagonista en escalas microscópicas, en escalas macroscópicas, como es el caso de los seres pluricelulares, es el volumen el que marca el compás estructural de su construcción, no cabe duda y no podía ser de otra manera que el volumen es un concepto profundamente arquitectónico y fundamental en cualquier construcción de la naturaleza de índole pluricelular. El motor de la vida y de la evolución son las emociones; la ira, la alegría, la tristeza o el miedo y todos los seres vivos las sentimos más o menos de la misma manera o con la misma intensidad porque todas las emociones se basan en la ciencia del volumen.
 
 


 COPOS DE NIEVE

Por todos es conocido que cuando el agua pasa de estado líquido a estado sólido, esto es se congela y se convierte en hielo, aumenta de volumen y es por este motivo que todos los copos de nieve son fractales pues necesitan volumen. Durante el proceso de congelación las moléculas de agua se reorganizan con nuevos enlaces que requieren o necesitan de un mayor espacio y para conseguirlo los copos de nieve se "desparraman" por todos los lados hacia el exterior de forma arborescente o de forma estrellada como si surgieran múltiples ríos en todas direcciones que buscan aumentar el espacio interior del copo de nieve. Es por esta razón que los copos de nieve son fractales, los fractales poseen una doble interpretación, por un lado constituyen una reiteración infinita que aporta volumen, la función más importante o principal, y por otro lado las reiteraciones aunque infinitas o adimensionales decrecen en intensidad y se producen a escalas aparentemente más pequeñas en la naturaleza por lo que a nivel práctico sirven para cerrar o colmatar procesos de crecimiento y de desarrollo. Es esta última, quizás, la propiedad más conocida o famosa de la fractalidad.
 
 


LAS NEURONAS

Las neuronas también tienen un evidente desarrollo fractal como se puede observar en su morfología tan característica. A diferencia del resto de células que se pueden considerar "bolitas" de metabolismo, las neuronas tienen un aspecto arborescente claramente sospechoso y que nos da pistas sobre su posible función. La función de las neuronas es transmitir información. En este sentido la construcción fractal se basa en reiteraciones o desplazamientos de borde que aportan volumen al núcleo del sistema considerado y se establece de este modo una comunicación o una relación en la que el borde modifica el interior y el interior modifica el borde gracias al volumen acumulado, como en el caso de los árboles. El borde aporta volumen al interior y ese interior acumula el volumen a modo de memoria capaz de reactivar nuevamente el borde. Se establece de este modo una relación de comunicación entre el borde y el núcleo basada en la reciprocidad. En este sentido las neuronas comparten esquema de desarrollo similar a las hojas de los árboles y a los propios árboles. Las ramificaciones arborescentes de las neuronas son las encargadas de aportar volumen al soma de la neurona y el soma tiene la capacidad recíproca en forma de memoria de reactivar el borde permitiendo la comunicación entre las neuronas, de la misma manera que el crecimiento de una hoja no sólo aporta volumen a la propia hoja sino que lo transmite a la rama consecuente y ésta al tronco del árbol correspondiente que lo almacena como una especie de memoria espacial en forma de volumen capaz de reactivarse en caso de ser podado. Es la ciencia en la que se basa la técnica milenaria de los bonsais.
 
 

 
HOJAS
 
El desarrollo de una hoja al igual que las neuronas y los copos de nieve es piramidal, es un fractal, esto es, desde la punta de la hoja se produce de manera repetitiva o reiterada un desplazamiento de borde desde arriba hacia abajo que provoca un aumento de volumen o bolsas de volumen en el interior de la hoja que son las responsables de dar lugar a la variedad formal de las hojas que existen en la naturaleza en función de donde se acumulen dichas bolsas de volumen. Las hojas en este sentido son como pirámides y es por este motivo que todas las hojas o casi todas tienen punta o rematan de forma puntiaguda recordando su pasado piramidal cuando eran entidades casi cupulares o tridimensionales. Al mismo tiempo, el volumen generado por el desarrollo de la hoja no sólo se transmite al interior de la hoja sino que se transmite a la rama consiguiente y ésta al tronco del árbol.
 
 

 
LOS BONSAIS
 
La ciencia del volumen o la ciencia de los fractales también está presente en la técnica milenaria de los bonsais. La técnica del bonsai se basa a grandes rasgos en contraponer dos mecanismos de efectos fundamentalmente antagónicos, por un lado técnicas que fomentan el volumen y el grosor y por otro lado técnicas que buscan todo lo contrario, esto es, disminuir la intensidad de la respuesta recíproca del volumen acumulado. Por un lado se permite el desarrollo del borde para que acumule volumen en el interior de ramas y de tronco a los cuales vamos dando forma con la poda y el pinzamiento y por otro lado, basándonos en la reciprocidad de la fractalidad, se busca disminuir el tamaño del propio bonsai mediante la merma del volumen acumulado, ya sea mediante la eliminación de raíces o bien mediante el defoliado total del bonsai, el bonsai va a intentar desde la memoria del volumen acumulado recuperar su forma originaria pero al tener más hojas donde repartir ese volumen y menos volumen que repartir, las hojas, como consecuencia, son progresivamente más pequeñas.
 
 

 

© Marcos Castro Vilas, arquitecto



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