lunes, 1 de mayo de 2017

El vacío y la nada




Cuando pensamos o imaginamos la nada solemos compararlo con el vacío absoluto, el vacío propiamente dicho, pero ese vacío es algo realmente complejo, es algo que existe.

El vacío es elasticidad, es algo lleno de elasticidad. Lo que nosotros consideramos la nada es vacío, y es algo que existe. Debemos considerar, por tanto, la nada como lo contrapuesto de lo que existe. La nada sería entonces aquello que no existe. La nada es vacío que no existe y, por tanto, fluctúa, que no vibra. La nada es lo plástico, la energía oscura, la nada es vacío lleno de plasticidad frente a la existencia que es vacío lleno de elasticidad. La existencia es la elasticidad y la nada es la no existencia, o lo que es lo mismo, la plasticidad. 

En la nada no hay ni espacio ni tiempo, características propias de la elasticidad. Tanto lo que existe (algo) como la nada son ambos "vacíos" pero "vacíos" con propiedades diferentes, el "algo" es vacío elástico y la "nada" es vacío plástico. Como consecuencia, tanto la nada como lo existente son "algo" en ambos casos. La nada por ser la contraposición de lo existente. Uno es vacío que existe y el otro es vacío que no existe y, por tanto, fluctúa o fluye aunque no vibra.

Solemos asociar la nada como la ausencia absoluta de todo, pero es esta misma ausencia de todo lo que justifica que sea algo. Es su contraposición a lo existente lo que justifica que sea algo también. La ausencia de espacio y de tiempo provoca que la nada fluya o fluctúe y que no vibre. Imaginemos que colocamos una silla en un trozo de vacío, la silla permanece y existe porque la silla es elasticidad. Supongamos ahora que colocamos la silla en un "trozo" de nada, entonces la silla se desharía como la miel, no existiría porque no hay ni espacio ni tiempo, ni elasticidad. La nada por su naturaleza plástica no se puede expresar de forma matemática.

Ahora que hemos entendido qué es la nada vamos a hacer un esfuerzo por visualizar cómo se engendró el Universo, lo existente a partir de la nada:

Imaginemos la nada como un vacío en forma de fluido plástico y oscuro que fluye. En la nada no hay vibraciones, simplemente fluye. Esas fluctuaciones provocan que se generen vacíos o burbujas, discontinuidades, zonas de mayor intensidad y zonas de menor intensidad. Entonces la nada aprovecha estas discontinuidades o "huecos" y se "deshilacha" por decirlo de forma prosaica, y esos vacíos o burbujas se llenan de elasticidad. Hemos creado una burbuja. Hemos creado vacío lleno de elasticidad.

En una fluctuación posterior, la nada, muy energética, vuelve a fluir y comprime esa burbuja llena de elasticidad caótica, la comprime y estalla generando el espacio y el tiempo, generando el Universo, lo existente. La existencia es elasticidad comprimida. Todo lo que existe es elástico.

¿Y por qué la materia y la anti-materia no se anularon? Porque la elasticidad cuántica siempre construye, y el futuro tiene la capacidad de modificar el pasado o el presente, e inclinar la balanza del lado de la materia.

Estamos construidos de vacío elástico. Somos elasticidad arrejuntada.


CONCLUSIÓN: No debemos imaginar el vacío-nada como algo rígido y estático, el vacío-nada es algo heterogéneo en constante movimiento, con anomalías, con discontinuidades y con diferentes propiedades que se contraponen. El vacío-nada fluye como el agua.


Consideramos la nada como algo isótropo y homogéneo, pero la nada fluye, se deshilacha, se comprime y se extrusiona, y sigue siendo nada pero con otras propiedades. El Big Bang y la inflación cósmica son una extrusión originada por las flatulencias de la nada.
Aunque en un recinto no exista "nada", ese recinto puede tener propiedades, por tanto, aunque en el vacío y en la nada no exista "nada", éstos pueden tener propiedades e incluso ser propiedades diferentes. En la nada no hay nada pero tiene propiedades plasticosas. En el vacío no hay nada pero tiene propiedades elasticosas. Como consecuencia, somos fruto de las fluctuaciones y de las flatulencias de la nada, que en determinadas ocasiones tiene propiedades elásticas.
Las interacciones en el mundo de las tres dimensiones son consecuencia de las interacciones de las propiedades del vacío. El vacío, el espacio-tiempo, es como un tejido elástico fruto de una extrusión, similar al proceso de transformación del lino o al proceso de fabricación de los ladrillos. Las propiedades físicas que surgen de hilar un tejido no se pueden extrapolar a las propiedades físicas de las fibras microscópicas que componen ese tejido. Es una relación similar a la que existe entre  la mecánica cuántica y la relatividad general. Si observamos un tejido al microscopio veríamos una realidad caótica y desordenada de fibras microscópicas de sección inapreciable y trayectoria errática, una realidad de difícil comprensión que en conjunto da lugar a un tejido con unas propiedades físicas claras, mensurables, apreciables por los sentidos y totalmente diferentes a la realidad microcópica. Es la teoría de las realidades emergentes, donde a partir de un sustrato previo se genera una realidad diferente, y aunque una surge de la otra es difícil establecer relaciones entre ellas. Exactamente lo mismo ocurre entre la mecánica cuántica y la relatividad general. Sin embargo, sí existe una relación entre ambas:

Dado que las matemáticas son la abstracción de la elasticidad, lo que unifica a la mecánica cuántica con la relatividad general es la mera expresión matemática de sus respectivas fórmulas, pues en ambos casos se expresa elasticidad, y es esa elasticidad común a partir de la cual una se construye sobre la otra. Si en un entorno elástico 4-2=2, en un entorno plástico 4-2=1.5, por lo que las matemáticas no serían viables porque no hay elasticidad, hay caos y deformidad.

La dualidad onda-partícula es lo que permite que el futuro modifique el pasado y tener un cosmos en tres dimensiones viable. Según la mecánica cuántica el futuro puede modificar el pasado, y es por este motivo que la mecánica cuántica sea tan esquiva a la simple observación lineal de la Física clásica, porque son sus secretos.
El tejido espacio-tiempo que genera la mecánica cuántica es un tejido mágico que permite que el futuro modifique el pasado, del mismo modo que un arquitecto viaja al futuro para proyectar de forma viable un edificio, como representa el dios Jano, capaz de ver y de viajar al mismo tiempo al pasado y al futuro para tomar la decisión correcta en el presente.

El cosmos, el universo es fruto de una flatulencia de la nada durante su tránsito intestinal y plástico, en el cual se deshilacha y genera vacío sin extrusionar.  La nada es como la malévola serpiente Apofis de la mitología egipcia que era llamada despectivamente Nepai, la que es como una tripa intestinal. El big bang es un gran extrusión. La generación del cosmos es similar al proceso de producción del lino o a la extrusión para la fabricación de ladrillos.
 
 
 
 
La gravedad la genera la extrusión. Podemos establecer una escala gradual y escalonada desde la plasticidad más absoluta, la nada y el caos, hasta la elasticidad más absoluta, la materia y la luz. En esa escala la materia oscura ocuparía un puesto intermedio. Sería elasticidad extrusionada, y por tanto con gravedad, pero con un alto grado de plasticidad. La materia oscura sería elasticidad plasticosa, y por eso es oscura pero con gravedad porque está extrusionada. 
 
Cuando algo se autoconfina como recuerdo de una extrusión primigenia estamos convirtiendo algo plástico en algo elástico. La elasticidad es como si la energía estuviera metida en cajas, en compartimentos imaginarios, y cuando se rompen esas cajas entonces el material plastifica según la curva de deformación del mismo. Y para terminar, la elasticidad siempre busca la relación. La extrusión convierte la infinitud divergente en infinitud convergente (elasticidad), cuando el cero y el infinito son lo mismo, y entonces aparece la materialidad, la fractalidad, la construcción, la definición, el contacto y la relación, las geometrías de Möbius y de Calabi-Yau, la infinitud confinada, la fractalidad en una palabra, pero sigue siendo ¿nada? quizás que se mueve en otra dirección o sentido. Todo lo que diverge acaba generando convergencias de la misma manera que cuando amasamos masa de pan se forman burbujas. La construcción, la fractalidad y la elasticidad es infinitud (nada) que converge como si estuviera atrapada (extrusión) y entonces surge la relación. Las reacciones químicas reversibles  también son una infinitud, un bucle sin fin, que converge y por eso generan relación durante unos instantes y permiten la construcción de seres vivos. En la nada (infinitud) no hay nada pero tiene propiedades o comportamientos que la definen y del mismo modo que diverge por su naturaleza infinita, la propia divergencia genera convergencias (construcción). La nada puede ser divergente o convergente. Atendiendo a lo anterior la plasticidad sería infinitud divergente y la elasticidad sería también infinitud (nada) pero convergente (extrusión), y por eso la fractalidad, la elasticidad y la construcción son conceptos equivalentes. Estamos hechos de nada, de la infinitud, pero de infinitud que converge. Somos hijos de la infinitud y sus fluctuaciones. La divergencia acaba generando convergencias. Al final el universo es una suerte de equilibrio entre la infinitud divergente y la infinitud convergente como si la infinitud poseyera como propiedad un sentido de la direccionalidad de tal modo que puede ir en una dirección o en otra generando bolsas de contrarios que se comprimen y estallan. Cuando la infinitud diverge a veces cambia de sentido y entonces la infinitud converge y genera una burbuja que se infla sin fin y que es nuevamente oprimida por la infinitud divergente hasta que estalla. La finitud surge del choque o equilibrio entre la infinitud divergente y la infinitud convergente.

Las similitudes entre la mecánica cuántica y la relatividad general es la misma que existe entre una flor de algodón y un pantalón vaquero. Si echamos un ojo al microscopio de un tejido de mezclilla veríamos un mundo caótico de fibras con un comportamiento errático y formas caprichosas difícilmente organizables. Sin embargo, el tejido resultante tiene unas cualidades simples y ordenadas, observables, mensurables y fácilmente comprensibles. Si lo extrapolamos, es la misma relación que existe entre la mecánica cuántica y la relatividad general.
Las matemáticas son una abstracción de la elasticidad y de la recta y de la geometría. El teorema de Pitágoras es elasticidad. Una recta, un triángulo son elasticidad. El mundo plástico, caótico y errático, no se puede expresar de manera matemática porque es impredecible y cambiante. Las fórmulas de la mecánica cuántica y de la relatividad general expresan elasticidad, luego lo que une a la mecánica cuántica y a la relatividad general es la mera expresión matemática de sus respectivas fórmulas, pues en ambos casos denotan elasticidad. 
Según la ciencia hermética todo lo que está arriba está abajo. Las proporciones de elasticidad y de plasticidad que componen el cosmos también se extrapolan a las criaturas animadas. Por ejemplo, un cuervo es un animal con grandes cantidades de plasticidad, cercano a la energía oscura y a la materia oscura. En cambio, un ruiseñor es un animal de gran elasticidad por su gran virtuosismo canoro. Lo mismo ocurre en las personas, hay personas con mayor grado de plasticidad unas respecto de otras, y ya sabemos que nosotros somos adictos a la elasticidad y, por tanto, muy crueles. Una serpiente con su veneno es un animal de gran plasticidad, y por eso simbolizaba la plasticidad en las cultura egipcia a la que había que dominar con la recta y con la vara que representaba la elasticidad creadora.
La dualidad onda-partícula permite que nos abstraigamos y nos descompongamos  en ondas o vibraciones  y "viajemos" a "zonas" elásticas y plásticas del universo. También podemos viajar al futuro y con esa información podemos gestionar la transformación interna del genoma. Los mecanismos de defensa de los animales se explicarían de esta manera. Esta enseñanza nos la transmite el dios Jano, patrón de los arquitectos, que es capaz de viajar al pasado y al futuro para tomar buenas decisiones en el presente. Un consejo, mejor vivir en la moderación y no tomar demasiado impulso, no vaya a ser que visitemos "zonas" no deseadas del universo, plastifiquemos y desaparezcamos.
 

 
La filonzana del entroido ottanese y la filandorra del entroido zamorano tejen el hilo de la vida pero también lo pueden cortar en cualquier momento. El filandón era una actividad de carácter femenino altamente iniciática, mientras que la arquitectura y la construcción eran las actividades masculinas de carácter iniciático.


© Marcos Castro Vilas, arquitecto




lunes, 17 de abril de 2017

El origen de las glaciaciones y la bomba de calor o de frío






Es una idea muy extendida y muy popular que las glaciaciones fueron provocadas por el impacto de un meteorito o por el desplazamiento del eje de rotación de la Tierra. Sin embargo, el origen de las glaciaciones hay que buscarlo o tiene que ver con una asimetría geográfica, es un problema de geometría. El causante de las glaciaciones es la existencia del océano Atlántico. 

El océano Atlántico es el mecanismo intermediario de las covecciones de temperatura del planeta. La atmósfera con sus capas de aire constituye un sistema cerrado parecido a un invernadero en el que se producen fuertes convecciones de temperatura, generando zonas más frías y zonas más cálidas.

Con el cambio climático y el aumento de la temperatura también se produce un aumento progresivo de la fuerza de las convecciones tanto en el medio aire como en el medio agua. El océano Atlántico se convierte en un poderoso transportador o convector de la temperatura del planeta. A través del océano Atlántico se transporta calor y se transporta frío, y esta circulación es más agresiva a medida que aumenta el cambio climático.

El Ártico  es un auténtico regulador del clima a nivel planetario. La superficie de deshielo del Ártico determina el clima a nivel planetario. Se debe de calcular la superficie de deshielo óptima para que el clima planetario esté en equilibrio. Grandes diferencias de superficie de hielo entre el verano y el invierno provocan grandes desequilibrios. Existe una superficie de equilibrio para que el clima planetario sea relativamente estable.

Con el cambio climático y el deshielo del Ártico en verano modificamos considerablemente la superficie de deshielo estable y aumentamos de forma agresiva las convecciones de frío y de calor a nivel planetario, creando climas inestables y de difícil predicción. Lo que comúnmente se dice que el tiempo está loco o revuelto.

Con el aumento de la temperatura debido al cambio climático, el Ártico se va a descongelar completamente en verano, aportando frío al sistema de convección, pero por su situación geográfica el Ártico siempre se va a congelar en invierno, aportando también frío al sistema, con lo cual el Ártico se convertirá en una auténtica bomba de frío para el planeta.

Con el sucesivo deshielo y congelación del Ártico estaremos bombeando ingentes cantidades de frío procedente del espacio exterior al planeta Tierra, perdiendo el calor acumulado en los océanos y aumentando la posibilidad de una nueva glaciación. El Ártico estaría bombeando frío del espacio exterior al interior de la atmósfera. Las covecciones de frío y de calor sería brutales, provocando climas de alta variabilidad y de alta inestabilidad, podrá hacer calor en invierno y frío en primavera o verano.

Con el paso del tiempo el sistema atmósfera-océanos iría perdiendo el calor acumulado en los océanos debido a la radiación solar y la Tierra entraría progresivamente en un proceso de glaciación.

Determinar la superficie de equilibrio en el deshielo del Ártico es fundamental para conseguir climas de comportamiento regular y estable, y altamente predecibles en el tiempo. Hay que evitar las diferencias bruscas entre la superficie de deshielo en verano y la superfice de congelación en invierno, que es lo que acontece en la actualidad.




 
"...habría que averiguar cuál sería la temperatura media de la Tierra según su distancia al sol, si ésta tiende a calentarse o a enfriarse, pues resulta obvio que el deshielo anual del Ártico y la existencia del océano Atlántico induce o crea un frágil equilibrio convectivo de naturaleza pendular que explica las glaciaciones según el siguiente patrón; la Tierra tiende a calentarse para alcanzar su temperatura natural en relación al sol, el calor destruye el hielo del Ártico y, como consecuencia, empezamos a absorber frío del exterior por el polo y a extenderlo por el planeta por convección oceánica, puesto que la capa anual permanente de hielo en el Ártico , contra todo pronóstico, nos protege del frío exterior mientras que el hielo de la Antártida por ser continental no genera tantas convecciones marinas...El comportamiento pendular del clima es una cuestión de geometría que depende de la disposición de las masas oceánicas y de los continentes así como de la superficie de congelación y de deshielo del polo Ártico..."
 
"...la situación natural de la Tierra es que no exista el casquete polar en el Ártico durante la época estival pero él nos protege y sin él y con el océano Atlántico captaríamos más frío del espacio exterior, enfriando la temperatura global de la Tierra y llevándonos a una nueva glaciación en un proceso pendular..." "...la cuestión está en el tamaño de superficie que se congela y se descongela cada año en el Ártico, y así y contra todo pronóstico, puede aumentar la capa de hielo invernal y aumentar también la superficie de descongelación estival en términos absolutos en el proceso de captación de frío".
 
Nota: Anticiclón se produce cuando la masa de calor gana a la masa de frío y se produce un globo ascendente que aumenta la presión. Borrasca se produce cuando la masa de frío predomina sobre la masa de calor y se produce un vórtice o remolino descendente que disminuye la presión.
 
 
© Marcos Castro Vilas, arquitecto



sábado, 1 de abril de 2017

Cristóbal Colón e Isaac Newton; las Profecías y la Física Cuántica






Una de las conclusiones más sorprendentes del experimento de la doble rendija, de la física cuántica, es que observaciones realizadas en el futuro de una partícula pueden modificar su historia pasada, y obligarla a elegir un camino u otro entre una multitud de probabilidades.

Hasta el momento la física clásica nos había enseñado que el pasado existía como una serie bien definida de acontecimientos, pero en el mundo de la elasticidad cuántica todo cambia, y el futuro puede modificar el pasado. En cierta medida es lo lógico, ¿no creen?.

Según la física cuántica, el universo no tiene un solo pasado o una historia única. Que el pasado no tenga forma definida significa que las observaciones que hacemos de un sistema en el presente también afectan a su pasado.

Según el "experimento de elección retardada", llevado a cabo por el físico John Wheeler, el camino que toma cada partícula, es decir, su pasado, es determinado en su futuro, mucho después de que la partícula haya atravesado las rendijas, y presumiblemente haya tenido que decidir si pasa sólo por una rendija, y no produce interferencias, o por ambas rendijas y sí produce interferencias.

El Universo no tiene una sola historia sino todas las historias posibles, cada una con su propia probabilidad, y que nuestras observaciones futuras de su estado actual afectan a su pasado y determinan las diferentes historias del universo, tal como las observaciones efectuadas sobre partículas en el experimento de la doble rendija afectan al pasado de las partículas.

Este concepto ya era manejado de forma intuitiva en la Antigua Roma. Según los romanos, el dios Jano, patrón de los arquitectos y los proyectistas, tenía la capacidad de visualizar simultáneamente el pasado y el futuro y así obrar de manera inteligente en el presente. Es el origen del concepto de diseño inteligente.

Pensemos en un arquitecto que está trabajando en el proyecto de un edificio. El arquitecto tiene la capacidad de viajar al futuro y visualizar los posibles problemas que se puedan presentar, como, por ejemplo, la presencia de lluvia. Como consecuencia, modifica el pasado del edificio y planifica una cubierta  impermeabilizada. Cuando llueva en el futuro ese edificio funcionará correctamente. Es el diseño inteligente, según el cual, el futuro modifica el pasado, y cuando el futuro sea presente todo tiene un discurso lógico y coherente según la física clásica.

Este concepto novedoso de la elasticidad cuántica se observa muy bien en los mecanismos de defensa de los seres vivos, pensemos en los cuernos de los bóvidos, en los pinchos de algunas plantas o en los aguijones de las avejas y avispas. Todo ello se explica desde la premisa que el futuro puede modificar el pasado y así actuar de forma inteligente en el presente.

El concepto de la elasticidad cuántica ya fue defendido, o por lo menos intuido, por dos científicos geniales, Cristóbal Colón e Isaac Newton, a la hora de abordar el tema de las profecías:

Cristóbal Colón introduce de forma visionaria, y muy avanzada a su tiempo, la idea de elasticidad cuántica para definir el concepto de profecía. Según este concepto, hechos acaecidos en el futuro obligan a cambiar el pasado, aparecen recogidos en el pasado, y se proyectan al futuro en forma de profecías.

Para Cristóbal Colón, la interpretación de las profecías no consiste en jugar a ser profetas y en adivinar acontecimientos futuros, sino en dar testimonio de que los acontecimientos que ocurrieron en el futuro vienen recogidos en el pasado, certificando de esta manera la eternidad de Dios:

"Porque las cosas que para nosotros todavía son futuras están ya realizadas en la eternidad de Dios"

Asombrosamente Isaac Newton, paradójicamente el padre de la física clásica, comparte el mismo concepto de profecía que Cristóbal Colón. Mediante la noción de la elasticidad cuántica, Isaac Newton, pretendía demostrar la existencia de Dios y su omnisciencia (conocimiento de todas las cosas reales y posibles).

Para Isaac Newton, al igual que Cristóbal Colón, lo interesante es interpretar las profecías ya cumplidas y no caer en la tentación de ejercer de profetas y predecir el futuro. A este respecto dice lo siguiente:

“La locura de los intérpretes ha sido, predecir tiempos y cosas, usando esta profecía, como si Dios hubiera decidido hacerles profetas. Por esta temeridad no sólo se han puesto en evidencia a sí mismos, sino que han traído sobre la profecía también el desprecio. El plan de Dios no podía ser más diferente. Él nos dio ésta y las profecías del Antiguo Testamento, no para satisfacer las curiosidades de los hombres permitiéndoles conocer de antemano las cosas sino que después de que se hubiesen cumplido pudieran ser interpretadas por el evento, y su propia Providencia, y no por los intérpretes, para ser manifestadas por tanto al mundo. Porque la ocurrencia de los eventos predichos muchos siglos antes, será entonces un argumento convincente de que el mundo está gobernado por la providencia.”

Isaac Newton cree firmemente que el futuro puede modificar el pasado. La función del intérprete es constatar como esos hechos futuros ya acontecidos estaban escritos en el pasado, constituyendo todo ello la muestra más palpable de la existencia de Dios, y de su diseño de la Naturaleza.

Ciriaca Morano Rodríguez en su libro Isaac Newton. El Templo de Salomón da una explicación similar para el concepto de profecía de Isaac Newton, semejante al de Cristóbal Colón:

“Newton interpretó, además que las profecías no tienen la finalidad de ofrecer una visión anticipadora de los acontecimientos que van a suceder, sino la de ser una iluminación que permita conocer, a posteriori, que los hechos profetizados se han cumplido con la misma exactitud con que en el mundo natural se cumplen las leyes físicas diseñadas por Dios. En consecuencia, el cumplimiento de las profecías es para Newton la expresión del dominio de Dios sobre la historia humana”







lunes, 6 de marzo de 2017

Dmitry Belyaev versus Charles Darwin




                                                                                    Zorro de Belyaev



Antes de nada conviene tener claros los conceptos de evolución darwiniana y evolución lamarckista, pues a menudo se confunden. En la Naturaleza tienen lugar simultáneamente procesos evolutivos de carácter darwinista y procesos evolutivos de carácter lamarckista. Siempre que utilicemos la palabra "selección" estaremos ante un proceso evolutivo de índole darwinista, y cuando utilicemos la palabra "adaptación" estaremos ante un proceso de índole lamarckista.

El darwinismo es un fenómeno evolutivo que tiene lugar "de dentro hacia afuera". Según el darwinismo se producen mutaciones internas al azar que provocan mejoras evolutivas y es la presión externa del medio (la cruel lucha por la supervivencia) la que selecciona a los individuos más aptos. Es el medio externo el que selecciona.

El lamarckismo es un fenómeno evolutivo totalmente opuesto, tiene lugar "de afuera hacia adentro". Según el lamarckismo, los cambios en el medio exterior  provocan cambios en el adn de los individuos, los individuos se adaptan a ese medio y tratan de responder a los cambios del medio mediante cambios en el adn. Aquellos que sufran mejoras o que su cambio sea positivo, la selección natural darwinista los potencia y los mejora, por lo que el darwinismo tiene que ser considerado un gran mejorante evolutivo, pero simplemente es un aditivo. No se puede considerar una parte por el todo. El aliño por el ingrediente principal.

Un ejemplo evidente de evolución lamarckista es la tolerancia a la lactosa. Todos los estudios genéticos recientes revelan cómo los humanos anteriores al Neolítico eran intolerantes a la lactosa. A medida que el hombre domesticó a los bóvidos durante el Neolítico y tuvo acceso a la leche, se produjo una mayor tolerancia a la lactosa. Y voilá¡, el gen de lactosa se activo en el adn. A lo mejor no se perdió la idea de reversibilidad en el ADN.

Las plastas, los bizcochos, las pizzas, los guisos NO EXISTEN¡¡¡

Lógicamente, los que toleraban mejor la lactosa podían alimentarse de la leche y poseían una ventaja evolutiva que los favorecía, como dice el darwinismo más ortodoxo. Pero ya está, ahí acaba la aportación del darwinismo. Los europeos no descendemos de cuatro pelagatos escogidos al azar que sufrieron una mutación que les permitía tolerar la lactosa. Eso no es viable. Una mutación en un único individuo no es viable evolutivamente en ningún caso, por lo menos en seres pluricelulares complejos.

Esto me recuerda a ciertos argumentos infantiloides para explicar la expansión de los ojos azules, cuya prevalencia es muy alta en la zona del Báltico (Letonia, Lituania, Finlandia). Todos sabemos, y esto es una ironía, que el color de los ojos es una clara ventaja evolutiva (estoy hablando irónicamente y pensando en los inuits). Y claro, como los individuos de ojos azules eran tan guapos, tenían más hijos y se extendieron por toda Europa.

Efectivamente, el cuello de las jirafas es fruto de estirarlo, eso te lo aseguro, y en ningún caso es fruto de comer hierba en el suelo.

A veces se percibe pero se desconoce. Hay que desconfiar de lo que perciben nuestros sentidos, la realidad a veces es engañosa. No se puede extrapolar una teoría evolutiva de la observación a simple vista, como hizo Darwin con los pinzones y su viaje en el Beagle alrededor del mundo.


Por otra parte, no hay nada más anti-darwiniano y más contrario a las mutaciones al azar que las evoluciones en paralelo o las evoluciones de genes en paralelo.

Las llaves a ciegas o al azar van en contra del lento y gradual progresismo darwiniano. Una simple mutación al azar no produce ninguna ventaja evolutiva para que actúe la selección natural del medio exterior, sobre todo, en seres pluricelulares complejos. Se tienen que dar muchas mutaciones al azar y además esas mutaciones tienen que ser todas "en la misma dirección" para que se perciba una mínima ventaja evolutiva y actúe la selección natural en seres pluricelulares superiores y complejos. Eso, según el darwinismo, sería un proceso lentísimo casi imposible o inviable. Quien sufre una mutación al azar, una llave a ciegas, tiene que sufrir otra llave a ciegas que abra otra puerta del mismo pasillo. Y eso es mucha suerte, es como a quien le toca el sorteo del Gordo de la lotería, luego le toca el sorteo del Niño, a continuación le toca otra vez el sorteo del Gordo , y otra vez el sorteo del Niño etc, una cadena del azar altamente improbable.


En la segunda mitad del siglo XX, el genetista ruso Dmitry Belyaev (1917-1985) llevó a cabo uno de los experimentos genéticos más impresionantes e importantes de la historia de la ciencia, merecedor sin lugar a dudas de un premio Nobel: la domesticación del zorro gris plateado siberiano.

Aunque en el fondo él creía que estaba llevando a cabo un experimento claramente darwinista, puesto que él seleccionaba zorros, su experimento era claramente lamarckista.
Para llevarlo a cabo Dmitry Belyaev reunió una población determinada de zorros grises y los expuso a la presencia de humanos. Ante este cambio en el entorno, los zorros reaccionaron de diversas maneras. Existían zorros más tolerantes a la presencia humana porque seguramente eran más tranquilos y zorros menos tolerantes a la presencia humana porque seguramente eran más agresivos. Este hecho, es un fenómeno de adaptación claramente lamarckista. 

A continuación, en un acto de evolución claramente darwinista, Dmitry Belyaev seleccionó los zorros más tolerantes a la presencia humana y los cruzó entre sí, acrecentando este rasgo, y consiguiendo zorros  cada vez más dóciles. Esto produjo zorros con cambios en el comportamiento y con cambios hormonales que regulaban el estrés. Se consiguió un aumento de la mansedumbre. 

Ante estos nuevos cambios, ante un entorno de mayor mansedumbre, el zorro gris plateado reaccionó y se volvieron a producir nuevos cambios en su adn, en un claro proceso de adaptación lamarckista. Ante una menor cantidad de hormona del estrés en su cerebro, se produjeron cambios anatómicos en su organismo claramente evidentes como orejas caídas, manchas blancas en el pelaje, cambios en la forma del cráneo y de la mandíbula, y colas más rizadas.

Aplicando mecanismos evolutivos darwinistas y lamarckistas. Dmitry Belyaev había conseguido moldear al zorro gris plateado siberiano, lo cual era una demostración palpable del lamarckismo, que defiende la moldeabilidad de los organismos ante cambios externos, frente a las mutaciones azarosas que defiende el darwinismo.

Por lo menos una parte de los cambios genéticos estaban inducidos por otras supuestamente azarosas.

La selección de una única característica de conducta, permitiendo que sólo los individuos más dóciles y menos temibles se reprodujeran (darwinismo), produjo cambios no sólo en el comportamiento, sino también cambios anatómicos y fisiológicos que no fueron directamente manipulados (lamarckismo).

Como consecuencia, ante un medio de domesticación, un entorno de mansedumbre, los animales salvajes sufren cambios fisiológicos y anatómicos que se caracterizan por pelajes más vistosos, con abundantes manchas blancas y negras, esqueletos más gráciles, cráneos más estilizados o cambios en la mandíbula y en los dientes. En algunos casos se produce un aumento considerable del tamaño y en otros casos una disminución del tamaño. Esto explica la variedad de razas caninas, la variedad de bóvidos o la variedad de palomas y gallinas domésticas. Algo similar ocurre cuando se producen cambios en el medio ambiente, por ejemplo una glaciación, los animales reaccionan con cambios en el pelaje como por ejemplo los mamuts.

Como predijo de forma brillante Lamarck, nuestro adn y nuestro organismo tiene la capacidad de reaccionar y adaptarse a los cambios del medio, ya sea una domesticación o una glaciación.

Aunque Dmitry Belyaev  creyera que estaba haciendo un experimento de selección natural darwiniana  o un experimento darwinista, realmente era un experimento claramente lamarckista. Es una cuestión de matices y hay veces que el lamarckismo y el darwinismo se confunden. El tema de la tolerancia a la lactosa es un ejemplo claramente lamarckista y a veces se nos presenta como un proceso darwinista. Es fácil confundirlos.

El concepto de selección natural a veces se malinterpreta, los experimentos de Belyaev son claramente lamarckistas aunque él considere que al seleccionar los zorros está llevando a cabo un proceso de selección natural de tipo darwinista, lo cual es cierto. Realmente él iba modelando a los zorros y para ello partía de aquellos que eran más "tolerantes" a la presencia humana. Es como en el caso de la lactosa, ante un agente externo hay individuos que la toleran un poco mejor que otros, lo que no te mata te acabas adaptando, y esa adaptación a la presencia humana es puramente lamarckista aunque pareciera selección natural darwinista. 

La tolerancia a la presencia humana se acrecentó mediante el cruce progresivo de individuos que desarrollaron ese patrón de comportamiento. La reproducción mediante dos sexos diferenciados se presenta como un eficaz mecanismo evolutivo y de mejora de la especie.

En definitiva, los zorros se están adaptando a la presencia humana y como consecuencia de ese nuevo entorno o medio sufren cambios en su adn y mutaciones que se traducen en cambios en el pelaje, reducción de la agresividad, esqueleto mucho más grácil, mayor tamaño etc...Al igual que los nuevos cambios alimenticios provocaron cambios en el adn y en la morfología del Homo Sapiens, con esqueletos más gráciles, mandíbulas menos gruesas etc...

Goodbye Charles Darwin, el mundo anglosajón se desmorona y quieren que lo paguen los pobres griegos. Estudien un poco más a Dmitry Belyaev y olvídense de las mediocridades visuales de Charles Darwin.

La Unión Soviética, sin saberlo, le metió un gol al mundo anglosajón y Obama lo sabe.


Por Marcos Castro Vilas, Arquitecto.









miércoles, 1 de febrero de 2017

Todo ser pluricelular es un árbol


 




Todos los seres pluricelulares son un árbol, se construyen igual que los árboles.

En muchas iglesias románicas de Europa occidental existen unas figuras que representan a un hombre vomitando un árbol por la boca. Son los famosos greenmen. Representan que los humanos estamos construidos igual que los árboles.

Todos los árboles  son pirámides y todas las pirámides son árboles. Los árboles se construyen igual que las pirámides. La construcción de las pirámides se basa en un desplazamiento en cascada a lo largo del borde, desde arriba hacia abajo, que provoca un aumento del volumen interno. Las células fluyen por el borde como si fueran un río y aumentan de volumen, semejante a los fractales que el agua forma en el Parque Nacional de Doñana.

Cuando a un eucalipto el gorgojo le come los brotes tiernos, el eucalipto no engorda, no aumenta de volumen, a pesar de tener raíces y hojas maduras que le proporcionan nutrientes. Los brotes tiernos del eucalipto representan espacio, representan volumen. En esto se basa la técnica de los bonsais.

Como dije anteriormente, todos los humanos estamos construidos como los árboles. Los pulmones tienen forma de árbol, el sistema circulatorio es arborescente, el sistema nervioso, el hígado o el cerebro tienen una estructura arborícola. Las extremidades se ramifican igual que los árboles, es por eso que los humanos tenemos tibia y peroné, y húmero y radio.

Otro órgano que se construye igual que los árboles es el cerebro. Su funcionamiento  también es arborescente. La música y la abstracción (como las imágenes) ocupan el tronco estático mientras que los sentidos son las ramas y las hojas movidas por el viento. Las impresiones de los sentidos son ventoleras. Los recuerdos son ventoleras. Nosotros también podemos generar nuestras propias ventoleras y reconstruir ventoleras pasadas.

Todos los recuerdos constituyen árboles. Es por esta razón que nos es más fácil recordar un esquema arborescente, y construimos esquemas en forma de árbol para memorizar.
Cuando visualizamos imágenes, escuchamos música etc...podemos estar desconectados de la realidad circundante porque estamos trabajando con el tronco estático.

El cerebro se construye como un fractal, la construcción fractal es una construcción ordenada y, por tanto, elástica, en la medida que todo lo que afecta al borde repercute en el interior y viceversa. Todo lo que afecta a la corteza repercute en la abstracción interior y viceversa. La construcción fractal es la única viable en la naturaleza.

Conocer la estructura y el funcionamiento del cerebro nos ayudará a entender enfermedades como el alzheimer, el autismo o la esquizofrenia:
 
El alzheimer, de etiología desconocida, es más un mecanismo fisiológico que una enfermedad en stricto sensu, como el cáncer. Cuando proyectamos un futuro con nuestro cerebro, cuando imaginamos, estamos generando una fractalidad, el cerebro es un fractal constante y las fractalidades basculan continuamente entre un principio inhibidor y un principio activador, un principio de mínima energía y una "voluntad divina" que siempre construye. Es un mecanismo evolutivo inherente a la propia esencia de la fractalidad que permite la merma o la exacerbación de las fractalidades y que explica, por ejemplo, la reducción de la cola en los homínidos o la evolución de los pinnípedos a causa de la merma progresiva de sus extremidades. Cuando este pulso vital, en etapas finales de la vida, lo "vence" el principio inhibidor de la fractalidad se produce una merma y un progresivo deterioro cognitivo de la misma que desemboca en un alzheimer sin causa aparente.
 
 
 
 
El autismo, en cambio, se explica por problemas en la maduración en sentido horizontal de la corteza cerebral  durante el desarrollo neurobiológico, en base a una supuesta pérdida de intensidad en el proceso de migración de células madurativas hacia el borde o la corteza del cerebro, un fenómeno similar al que se produce durante la floración de los árboles debido a la excitación y aumento de volumen del "núcleo" en la primavera, y que influye en este caso en la maduración de la corteza. Es un mecanismo fisiológico similar a la metástasis o a la segregación glandular como estrategia recíproca o de reverberación que permite otorgar un acabado final al desarrollo, de índole elástica, y que acaba afectando en este caso al funcionamiento de la fractalidad estructural del cerebro provocando que éste funcione a base de islas sin conexión entre ellas. El sentido de la vista o la percepción visual es quizás el más estático de todos los sentidos, donde predomina la componente vertical, por lo que no afecta tanto al trastorno del espectro autista.

La esquizofrenia parte de problemas en la gestión de la arquitectura del cerebro, en la fractalidad o construcción del cerebro, en la que el borde modifica el interior y el interior modifica el borde. Un pequeño desequilibrio en este esquema, ya de por sí elástico, introduce una componente plástica estructural en el pensamiento. Es también un mecanismo fisiológico presente en la arquitectura unicelular según el cual un borde excesivamente débil de la célula, sin suficientes anclajes, provoca que las varillas del citoesqueleto, tal que tienda de campaña, pierdan consistencia y aumenten la motilidad y la fluidez celular. Por tanto, la corteza o el borde, donde se desarrollan o se asientan los sentidos, desempeña además una función estructural de anclaje de la fractalidad, de la que se deriva la famosa frase de "prestar atención", por lo que tener un borde escasamente desarrollado o débil puede inducir esquizofrenia. Este esquema estructural celular se repite también en los sueños, cuando dormimos y soñamos los sentidos se desprenden y la función estructural de anclaje de la corteza desaparece en gran medida, añadiendo una componente plástica al pensamiento, y la fractalidad se destensa y se deforma.

Las adicciones se valen de la estructura cerebral anterior y del funcionamiento del cerebro como un desprendimiento de tierras, en el que el borde modifica el interior y el interior modifica el borde en función del volumen, y no al revés. De tal modo que cuanto más "pulula" una experiencia por la corteza más memoria o volumen genera. De igual forma cuando alcanzamos a comprender algo en su totalidad se desencadena un placentero "desparrame" cortical y fractal que automáticamente genera memoria o volumen en el "núcleo" cerebral. Las drogas son sustancias por sí mismas estimulantes o excitadoras que acrecientan la experiencia placentera del "desparrame" cortical aumentando una memoria aparente y baldía, en este caso un "mono" virtual en el "núcleo", porque el núcleo también tiene la capacidad para desencadenar ventoleras en base al principio elástico de reciprocidad.
 
La depresión tiene su origen o radica en una situación o circunstancia de nuestra historia vital que activa por motu propio el mecanismo fisiológico y natural de merma o apoptosis, de la misma manera que cuando una semilla de una planta cae por casualidad en una cima alpina o en un desierto. La apoptosis es un mecanismo fisiológico natural por el cual el mismo cuerpo deprime por cohibición a las células del organismo para que sea posible la vida. Ser conscientes de ello (capacidad para elegir) evita que los pensamientos apoptóticos se apoderen y se adueñen de nosotros para cuando nuestro propio organismo y nuestra propia mente nos quiera matar y acabar con nosotros. Arrinconar a un lado la merma o apoptosis, que va a estar presente ahí por cuestiones circunstanciales y vitales, e intentar hacer otras cosas es clave para superar la depresión, desactivar la merma y pasarse de nuevo al lado de la construcción y la fractalidad, esperando y observando pacientemente cómo la concavidad se va arrugando o contrayendo. En resumidas cuentas, la clave para superar la depresión estriba o está en no hacer nunca tuyos los pensamientos fisiológicos de carácter apoptótico que ella misma genera como "estoy depre" o "me quiero morir" y ser conscientes hasta que punto somos dueños de nuestra mente y de nuestros pensamientos y no tomar lo que pensamos al pie de la letra como una verdad absoluta o como nuestra realidad. En este sentido se puede casi afirmar o decir que la depresión no existe, tan solamente existe, o mejor dicho, lo que realmente nos debería preocupar es cambiar la situación que activó los mecanismos naturales y fisiológicos de merma de los cuales somos víctimas y que tanto nos incordian y dañan en nuestro día a día adueñándose de nuestra cotidianidad con sus efectos perniciosos para el cerebro y la mente.

El mundo o el universo o la vida bascula siempre entre dos polos maniqueos, entre la elasticidad del orden y la plasticidad del caos, y entre el principio de mínima energía o de máxima entropía y el principio o voluntad divina en el que la elasticidad siempre construye. De la misma manera que cuando nos ilusionamos exacerbamos fractalidades y cuando olvidamos mermamos fractalidades, los seres vivos además de su propio cerebro, ellos mismos son cerebros con la capacidad de mermar o exacerbar fractalidades. El mismo mecanismo evolutivo que permite y favorece la merma de las fractalidades es el mismo que nos permite olvidar aquellos pensamientos que nos causan absoluta indiferencia o desinterés y, como consecuencia, mermar esas fractalidades en el cerebro, por lo que el cerebro aparte de ser una máquina para crear ilusiones y exacerbar fractalidades también es un máquina diseñada para el olvido, la destrucción de recuerdos y mermar fractalidades. No olvidamos lo malo o lo que nos hizo daño, olvidamos todo aquello que nos es indiferente, la indiferencia o el desinterés es la clave para mermar fractalidades.
 
La mente humana es dual, se mueve entre la convexidad de la voluntad de hacer cosas y donde reside la consciencia y los sentidos, y la concavidad del principio inhibidor, el que te susurra "algo va a salir mal" donde reside la inconsciencia y el pensamiento abstracto. Todo el lío psicológico entre el yo y el superyó, entre el consciente y el inconsciente, se explica por la esencia dual de las fractalidades y sus principios simultáneos inhibidor-exacerbador en aras de la optimización evolutiva. En el inconsciente habita el pensamiento abstracto, los pensamientos a punto de caer en el olvido, es una concavidad, es un gua que pone el contrapunto inhibidor a lo consciente, donde reside el yo, los sentidos, la voluntad y es una convexidad, la fractalidad que se exacerba. Las emociones ocupan el lugar más animal, profundo y primitivo del cerebro y constituyen auténticas catalizadoras para mermar o exacerbar fractalidades y desde un punto de vista freudiano se corresponden con el ello. La ira o la alegría son emociones exacerbadoras y, por la contra, el miedo o la tristeza son emociones mermadoras. Unas veces el principio inhibidor se alimentará del pensamiento abstracto, de las emociones como el miedo pero también de la experiencia sensorial. El principio exacerbador se alimenta fundamentalmente de la voluntad y de la acción del yo, pero también de las emociones o del pensamiento abstracto más profundo. La fractalidad, gracias a dios, es de por sí de naturaleza dual y se debate en un pulso o equilibrio continuo y constante entre un principio inhibidor y un principio exacerbador. 

 


"El cerebro se construye igual que otras partes del cuerpo. El cerebro se construye como los árboles. La abstracción y la música son el tronco estático y los sentidos son las hojas y las ramas movidas por el viento. El cerebro de los hombres y las mujeres es diferente. El de los hombres es un árbol con un tronco más potente y menos ramificaciones, mientras que el cerebro de las mujeres tiene un tronco más delgado pero muchas más ramificaciones. Eso explica porque los hombres tienden a desarrollar autismo y las mujeres alzheimer. Esto explica porque las mujeres son mejores en lo que se refiere a las relaciones personales y los hombres son más potentes en la abstracción. Todos los recuerdos son árboles, recordamos árboles, los esquemas para memorizar son árboles. Sólo recordamos aquello que sacude por entero nuestro árbol cerebral. Los recuerdos son ventoleras, también podemos crear nuestras propias ventoleras cuando pensamos o imaginamos"

"Teniendo en cuenta el funcionamiento y la estructura arborescente del cerebro, la mayoría de las enfermedades psiquiátricas como el autismo, el alzheimer o la esquizofrenia se reducen al mal funcionamiento de este patrón. El autismo tiene lugar cuando el cerebro en forma de árbol no desarrolla las ramas y trabaja sólo con el tronco. El cerebro de los autistas se compone sólo de troncos, no tiene ramas. El alzheimer tiene lugar cuando se deterioran las ramas y las hojas del árbol, el árbol no ventea y no recuerda. Y la esquizofrenia tiene lugar cuando el mecanismo de las ventoleras está descontrolado. El cerebro genera ventoleras descontroladas o se agazapa en el tronco estático de la abstracción. El cerebro viaja del tronco a las ramas, de la abstracción a los sentidos, del núcleo a la corteza."

"Cuando queremos recordar dos palabras que no tienen relación, entonces la corteza cerebral no ventea, no hacemos pulular la corteza y la sacudida que genera en el tronco es inapreciable, como consecuencia no nos acordamos. Cuando dos palabras están relacionadas entonces hacemos ventear fuertemente la corteza y entonces la sacudida del tronco, donde se ubica la memoria, es más potente y nos acordamos con intensidad. La memoria reside en el tronco y tiene la capacidad de generar ventoleras o recuerdos"






 
 
© Marcos Castro Vilas